En un contexto donde las decisiones de consumo y las dinámicas de mercado cambian con rapidez, los emprendedores de base —aquellos que, con recursos limitados, convierten ideas en productos tangibles— se vuelven actores claves para el desarrollo económico y social de nuestro país. A continuación, una síntesis de su aporte y de las razones por las que comprar local resulta más importante que nunca.
1. Los números que avalan su peso económico
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99,4% de las empresas argentinas son micro, pequeñas y medianas (MiPyMEs).
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Estas MiPyMEs generan cerca del 64% del empleo formal registrado y aportan alrededor del 42% del PBI nacional.
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En el primer trimestre de 2023, las MiPyMEs sumaron 140.000 nuevos puestos de trabajo respecto al año anterior.
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23,3% de los adultos argentinos participa en alguna etapa de emprendimiento, según el Global Entrepreneurship Monitor.
Estos datos muestran que el emprendedurismo no es un fenómeno marginal, sino la columna vertebral de la economía local, responsable de gran parte de la creación de empleo y de la diversificación productiva.
2. Desafíos frente a la competencia importada
Aunque la apertura de importaciones ofrece variedad y precios en el mostrador, plantea un reto crucial para quienes fabrican en escala pequeña:
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25% de las PyMEs manufactureras ya perdió parte de su mercado ante productos extranjeros.
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En sectores como textil, cuero y calzado, el 67% de las empresas siente la presión de la competencia externa.
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Un 18% de las compañías industriales reemplazó insumos locales por otros importados en 2024.
Este escenario obliga a los emprendedores a diferenciarse, reforzando calidad, diseño y origen, para no quedar desplazados por bienes importados.
3. Beneficios de consumir local
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Cadena de valor acotada: Menos intermediarios, más ingreso directo para quien produce.
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Impacto social: Cada compra sostiene puestos de trabajo y dinamiza economías regionales.
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Calidad y personalización: Productos únicos, con identidad y atención posventa cercana.
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Innovación continua: El contacto directo con el cliente impulsa mejoras constantes en los bienes ofrecidos.
Optar por lo nacional es reforzar un ecosistema donde cada peso circula de manera solidaria y estratégica.
4. Libre mercado y apuesta por la excelencia
El libre mercado ofrece multiplicidad de opciones, fomenta la innovación y define precios competitivos. Para que los emprendedores puedan mantenerse en él, es clave:
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Invertir en materia prima de calidad.
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Cuidar el diseño y la presentación como elementos de valor agregado.
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Ofrecer un servicio cercano y confiable que no se iguala en cadenas masivas.
De esta manera, el mercado abierto se convierte en un terreno de oportunidades donde la calidad y la identidad local marcan la diferencia.
Conclusión
Los emprendedores de base no sólo “hacen empresa”: construyen redes de confianza, generan empleo y aportan originalidad al mercado argentino. Reconocer su aporte, elegir sus productos y valorar su calidad son decisiones que refuerzan la sostenibilidad económica y social del país. En un entorno globalizado, consumir local no es un gesto aislado, sino una estrategia consciente para que la producción nacional —hecha con pasión y recursos limitados— siga siendo protagonista.